LAS AVES DE LA CHARCA

Las aves de la charca (Sep/18).

 

Todo empezó, como quien no quiere la cosa, con un pequeño charco en el suelo. Llevaba un tiempo dándole vueltas hasta que un día cogí una azada y me puse a ello. Lo hice un poco por hacer, pensando que algún día algún anfibio podría encontrarlo y hacer de él su casa. Sabía que la posibilidad de que algún pajarillo bajase a beber también existía, pero tampoco lo pensé mucho.

 

Esto fue a mediados de mayo y para mi sorpresa, a principios de junio aquel pequeño charco en el suelo era frecuentado a diario por unas cuantas aves de diversas especies, suficientes como para plantearse pararse a fotografiarlas.

 

Así comenzó la que posteriormente ha sido mi primera experiencia fotográfica con una charca/bebedero para fotofrafiar aves. Un pequeño proyecto que ha durado casi 4 meses y al que he dedicado muchas horas este verano. Pero con un comienzo así... se veía venir que los problemas surgirían pronto.

 

A falta de un hide en condiciones, tiré de la típica tienda de campaña "igloo" y me fabriqué un pseudo hide que sólo me permitía posiciones muy bajas, sentado o tumbado, y ciertamente incómodas. Coloqué algunos posaderos, pero pronto reparé en que aquel charco no tenía ni una buena orientación, ni buenos fondos. Y el caso es que día a día el número de especies e individuos que bajaban iba en aumento, por lo que aquello había que aprovecharlo.

 

Fue así que tras darle vueltas al asunto me decidí a "construir" una charca en condiciones, elevada sobre el suelo para poder trabajar cómodamente y obtener buenos puntos de vista. Existía el riesgo de que la perturbación fuera tal que podría perder a los visitantes que ya se habían habituado, pero merecía la pena intentarlo. Obviamente con muchas limitaciones, ya que tuve que aprovechar el espacio inicial (no dispongo de otro), por lo que las carencias en cuanto a orientación y fondos siempre iban a estar ahí. Así, para principios de julio ya disponía de una charca elevada medio metro sobre el suelo, de unos 4 x 3 metros, y un hide algo enterrado para poder trabajar en una posición cómoda lo más alineado con la superficie del agua. Ya que la luz sólo era aprovechable de mañana, y que en general el fondo no era especialmente bueno, intenté trabajar mucho el escenario buscando los resultados más estéticos posibles. 

 

Llegados a este punto, hay que decir que mi nivel de exigencia para este tipo de fotografía es alto. Ya que podemos manipular los escenarios, creo que lo suyo es trabajarlos a conciencia. Por otra parte, conviene señalar que la planificación y la paciencia son claves, a mi entender, para alcanzar los objetivos esperados, y en este caso lo que yo terminé por crear no fue sino un auténtico despropósito. No hubo planificación ninguna, menos paciencia aún, y además se sobrevinieron ciertos imprevistos (en agosto la charca se vino abajo por cuestiones que no vienen al caso, y tuve que rehacerla de cero).

 

El resultado fue una charca con un nivel de intervención muy alto, lo que no ayuda nada a que las aves se confíen y bajen, con buena luz en un horario muy restringido, unas medidas algo desproporcionadas con demasiados posaderos, etc, etc. Pero a pesar de todo, dedicando muchas horas, conseguí algunas imágenes interesantes, y sobretodo, la posibilidad de observar a estos pequeñines a muy corta distancia sin molestar.

 

Al final de tantas horas salieron varios miles de fotografías, de las cuales, quizás el 90% no me sirvan para nada. Pude fotografiar cerca de 30 especies, y alguna más bajó sin darme la oportunidad. Con estas cifras, imaginaos los resultados que se pueden llegar a conseguir con una charca bien planificada. Aquellas personas que han visitado asiduamente hides de este tipo o tienen uno, saben de lo que hablo.

 

Me gusta pensar que ha sido un despropósito (la anticharca la llamo yo), pero un despropósito muy bonito. He aprendido muchísimo de mi propia experiencia y de lo que he ido leyendo al respecto en diferentes blogs y webs de otros fotógrafos, y a pesar de los pesares, ha merecido mucho la pena, por lo aprendido, lo vivido y lo fotografiado.

 

Sobre esto último, os dejo aquí una selección de las que creo son algunas de las imágenes más interesantes.